En la playa...

Desde que llegamos atrajo todas las miradas... era imposible que la gente no se percatara de su presencia... como pasa siempre en cualquier lugar al que ella vaya... ese delicioso traje de baño color verde limón que utilizó esa tarde, hacía aún más llamativo su voluptuoso cuerpo...
Se acomodó coqueta y provocativamente en un echadero... cuya suerte fue envidiada por todos los hombres que al admiraban... algunos de manera discreta... otros de manera descarada... y su hermoso cuerpo comenzó a ser acariciado lujuriosamente por un ardiente sol, motivo suficiente para elevar su temperatura...

Su cuerpo se tostaba sensualmente... absorbiendo todavía más calor que el que normalmente lleva por dentro... llegó a ser tanto que, nunca olvidaré ese cachondo momento... en el que provocativamente deslizó un trozo de hielo desde su garganta... y que llegó casi derretido hasta su vientre... donde se detuvo como hipnotizado ante la presencia de ese erótico tatuaje, que se encuentra estratégicamente ubicado entre la frontera de su vientre... y el paraíso...

Después de algún tiempo de exposición al sol, decidimos refrescarnos un poco... y darnos un chapuzón en las cálidas aguas del océano pacífico... por ser fin de semana, la playa se encontraba si no repleta, si con buena cantidad de gente... tanto asoleándose en la arena... como chapoteando en el mar... por lo que un buen número de personas pudieron admirar su elegante paso, cuyo destino era las tímidas olas que terminaban acariciando la húmeda arena...

Tomados de la mano fue como llegamos hasta la tibia agua, que poco a poco comenzó a humedecer nuestros pies... y fue subiendo poco a poco el nivel, conforme nos fuimos adentrando en el deleitado oceáno... que con cada ola pretendía acariciar su cuerpo... y tal vez un poco celoso de mi, intentaba separarme de ella... hasta que finalmente estuvimos cubiertos por el agua...

Fue entonces cuando nos funidmos en un cálido abrazo... juntamos nuestros cuerpos... y el piel a piel fue intenso... y exquisitamente perturbador... podía sentir cada centímetro de su anatomía unida a la mía... la dureza y magnificiencia de sus bello y más que generoso busto, se estrellaba contra mi pecho... mi cadera comenzó a buscar la suya... y mis reacciones no se hicieron esperar... y mi instinto de hombre se empezó a manifestar...

Ella no fue indiferente a mi masculina inquietud... por lo que sus labios buscaron encontrarse con los míos... obteniendo un éxito inmediato... nuestras bocas se fundieron en un beso que inició siendo suave y tierno... y que poco a poco fue aquiriendo fuerza... incrementando su intensidad... en manera proporcional a nuestra excitación...

Sus brazos rodearon mi cuello... y nuestras caderas iniciaron un frotamiento rítmico... como si las corrientes submarinas dirigieran nuestros movimientos... nuestra respiración empezó a entrecortarse... y la intensidad del abrazo casi motivó que las aguas aumentaran de temperatura... y todo ésto, rodeados de cualquier cantidad de gente... que sin enterarse de lo que estaba ocurriendo, continuaban con sus jugueteos marinos... mientras nuestros cuerpos iniciaban algo que no se dentendría hasta conseguir la mutua satisfacción...

Fue entonces cuando el deseo fue mayor que la prudencia... ella rodeó mis caderas con sus piernas... mientras yo en un rápido movimiento, me deshice un poco de mi traje de baño... y logré que ella hiciera lo mismo con su bikini... por lo que nuestras intimidades quedaron ambas libres para encontrarse en el ritual más antiguo de todos los tiempos... el encuentro entre macho y hembra... auspiciado ahora por la complicidad del mar... que parecía dar su aprobación a nuestro acto de amor...

La tomé de la cintura... coloqué mi virilidad en la entrada de su intimidad... y ella misma permitió que la inundara algo más que el agua de mar... lo que generó un profundo suspiro... y lo que en otro momento hubiera sido un estimulante gemido... se ahogó en lo más profundo de su garganta... consciente de que no deseábamos ser sorprendidos en esos momentos...

El vaivén del agua ayudó a nuestros movimientos... nuestros cuerpos se encontraban maravillosamente abrazados... y nuestros sexos comenzaron la danza del placer... arrancando descargas de gozo de cada una de las terminales nerviosas de nuestros organismos... el sube y baja se fue intensificando... eso no impedía que yo caminara de un lugar a otro, con ella colgada de mi cuerpo... facilitado todo por la misma densidad del agua... pude sentir claramente como llegaba a ella la primera explosión de éxtasis... pues sus femeninos músculos se contrajeron brutalmente alrededor de mi masculinidad...

El placer que ella me estaba proporcionando era descomunal... y el escenario era monumental... estaba haciéndole el amor a esa hermosa mujer ahí... en pleno oceáno, lleno de gente y frente a una playa wue se encontraba igual!!!... todo ello multiplicaba potencialmente el goce del momento... parecíamos sincronizados... ella incrementó el movimiento de su cadera sobre mi... y pude arrancarle otro orgasmo... ésta vez más intenso que el primero... lo que provocó un ligero gemido espontáneo e inconsciente... que llamó la atención a más de un bañista que se encotnraba a nuestro alrededor...

Pero eso no os detuvo... al contrario... intensificó los movimientos... y con un movimiento rápido, dejó que sus emormes pechos salieran de su top... y los estrelló materialmente contra mi cuerpo... por lo que ni tardo ni perezoso, una de mis manos se apresuró a acariciar uno de sus volupruiosos senos... que sentían urgencia de ser atendidos... ella quería que ahora yo llegar al clímax... por lo que comenzó a moverse cada vez más rápidamente... hasta con cierto dejo de furia... manipulando los músculos de su intimidad... los cuales me proporcionaban sensaciones indescriptibles... mi excitación era ahora mayor que nunca... e inmediatamente entré al punto de no retorno... por lo que la abracé más fuerte... como no dejándola escapar... ella me montó con mayor fuerza... hasta que no puede aguantar más... las descargas de placer recorrieron todo mi cuerpo... sentí como mis rodillas temblaron y temí caer con ella sobre de mi... lo cual hubiera sido magnífico... si no tuviéramos el agua hasta el cuello... no puedo describr más las sensaciones que tuve... el éxtasis que me provocó aquella mujer... en el mar... y todo en su conjunto...

Permanecimos dentro del agua... abrazados... besándonos, por un buen rato... olvidándonos por completo de todo y de todos los que nos rodeaban... recuperando el aliento... y las fuerzas... las cuales, una vez que retornaron, nos sirvieron para unos cuantos chapoteos más dentro del agua... para finalmente, tomados de la mano, exactamente igual que como entramos... empezamos a salir del mar... con una cara de plena satisfacción... y el cuerpo agradecido por todo el placer recibido...