jueves, octubre 06, 2005

Una noche... una playa...

Un hotel de playa... uno de Puerto Vallarta...



Aún era temprano cuando terminamos de cenar... por lo que decidimos ir a la playa, a escuchar las olas nocturnas estrellarse contra la arena... estaba semidesierta... temporada baja, pocos turistas... bajamos unos cuantos escalones y ya estábamos en la arena... se sentí fresca bajo nuestros pies... diferente a como se encuentra durante el día...
Caminamos unos pasos... hasta unos echaderos, perfectamente acomodados contra una pared... la misma que unos metros arriba delimita el restaurante donde habíamos estado hacía algunos minutos...
Apenas se escuchaban las labores de los meseros al recoger las mesas después de la cena... una o dos parejas se encontraban más o menos cerca de nosotros... pero nadie hacía caso de nadie... cada cual estaba en su propio mundo... por lo que decidimos recostarnos en un par de camastros... en la parte más obscura de la playa...
Comenzaba a refrescar... el ruido del océano era relajante... las luces del hotel hacían aún más brillante la espuma que resultaba al reventar la ola... y la suave brisa refrescaba nuestros cuerpos... por lo que ella me hizo un pequeño espacio en su echadero... y nos recostamos jutnos... cuerpo a cuerpo...
Inmediatamente fue que ella recostó su cabeza sobre mi pecho... y lo comenzó a acariciar con su mano... yo comencé a mecer sus cabellos con mis dedos... mientras con la otra mano empecé a sobar su costado... así pasaron algunos minutos... y la noche se fue haciendo más callada... y los pocos de nuestro alrededor fueron desapareciendo...
De pronto, sus labios buscaron los míos... quienes los recibieron afectuosamente... fue el inicio de un beso tierno... que poco a poco fue adquiriendo tintes de pasión... nuestras lenguas se enlazaron como tantas otras veces... y nuestra respiración aceleró su paso... fue entonces que la ayudé a ponerse arriba mi, recostando todo su cuerpo sobre el mío... y el beso aumentó su intensidad... iniciando el ritual... que ya no habría de detenerse...
Mientras nos besábamos furtivamente... sus manos acariciabanmi rostro... mientras las mías recorrían su espalda... desde la nuca hasta donde la miniflada termina su presencia... poco nos importó que arriba de nosotros, los meseros continuaran sus labores de limpieza... sin que aparentemente pudieran percatarse de nuestra presencia...
Continuamos besándonos... cada vez más apasionadamente... pero el calor del deseo comenzó a quemar nuestras entrañas... como si hubiéramos entrado a un tobogán... en el que comenzamos a descender a gran velocidad... nuestros cuerpos comenzaron a frotarse de forma firme... cadensciosa... exigente... hasta que ya no aguantamos más... y ella tomó la iniciativa...
Se incorporó rápidamente... quedando sentada a horcajadas sobre mi... dejo al descubierto lo acelerado de nuestra respiración... apoyó sus pies en la arena... y me dijo que se lo hiciera ahí mismo... que quería sentirme dentro de ella... antes de terminar ló que decía, levantó su minifalda... mientras yo desabrochaba la parte delantera de mi pantalón... y ella bajaba el cierre de mi cremallera...
Ahí fue cuando su mano comprobó lo que desde hace un rato sentía con otra parte de su cuerpo... tomó mi erguida virilidad... y haciendo a un lado la diminuta tanga que llevaba puesta... colocó mi miembro a la entrada de su cueva de pasión... y con un movimiento maestro... provocó que la penetrara de un solo empujón... fui adentrándome en su intimidad de manera lenta... sin prisa... pudiendo sentir como su yo interno se abría para mi poco a poco... despacio... cda vez más profundo... y más placentero...
Ella solo emitió un profundo suspiro... se meció los cabellos... y comenzó a cabalgarme de gran forma... mientras yo estaba siendo poseído por tan formidable hembra... tan hambrienta de pasión y deseo como yo... subía y bajaba de forma perfecta... mi rigidez entraba y salía de su mojada intimidad... arrancando electrocargas de placer en ambos... ella, colocó sus manos sobre mi pecho... y entre los discretos gemidos que emitía su garganta, para no ser descubiertos... casi en forma de susurro salían los "te amo..."... " te quiero..."... que yo corespondía de igual manera...
Nuestra pasión se intensificó... olvidándonos totalmente del lugar en donde estábamos... de reojo pude observar como una joven pareja pasaba relativamente cerca de nosotros... haciendo caso omiso de nuestro acto... o bien, admirando discretamente el cuerpo de mi escultural mujer, moviéndose sensualmente sobre mi... casi seguro estoy de que más de un mesero pudo observar el ritual de nuestro amor... pero eso a ella no le importó... lo único que deseaba era hacerme sentir... y de esa manera, encontrar juntos el goce mayor...
Cada vez se movía más rápido y firme sobre mi... tomé sus hermosos pechos... que descubrí levantando su top sobre de ellos... tomé sus pezones con mis dedos... y de vez en vez me incorporé para besarlos... de la manera más intensa posible... mientras mis manos la tomaban de las caderas... como intentando guiar sus movimientos, que tanto placer me proporcionaban... sin que fuera estrictamente necesario... pues ella sabía perfectamente cómo hacerme feliz...
De pronto... fue tan intenso su ir y venir... su subir y bajar... mi entrar y salir... que no pudo más... y ahogando un grito que podría confundirse entre el gozo y la agonía... descripción perfecta del orgasmo... sentí como su tibia... mojada... y suave cavidad empezó a contraerse... señal inequívoca de que el climax estaba tan cerca... que nuevamente la tomér firmememente de la cintura... como evitando que saliera disparada hacia ningún lado... y apreté mis caderas... para que ella pudiera seguir sitiendo lo firme de mi órgano... que buscaba taladrarle las entrañas...
Su vagina se apretó.... y aprisionó mi pene de forma violenta... sus ojos al fin se cerraron... y todo su cuerpo se estremeció... estaba llegando al éxtasis, lo supe yo... y aunque paró de moverse de forma tan acelerada... yo la fundí a mi cuerpo... evitando que se separara... y mi órgano de amor... perfectamente sintió una... dos... tres "mordidas" de pasión... como queriendo exprimirle todo el néctar de pasión... hasta que cayó recostada sobre mi pecho... colmada... exhausta... mareada de placer... mientras a sus espaldas... el mar parecía aplaudir el acto... y estrellaba alegremente sus olas contra la playa...
Yo, decidí reservarme... su placer fue el mío... y la noche era joven aún... y llena de promesas...

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Si lo que te digo de la Hembra es real, y etá visto que el viajar la inspira. Si se te va, pierdes a un seguidor de tu página, está dicho.

4:07 p.m.  

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